Este post está dedicado a aquellas mujeres que quisieron ser tenistas en una época en que era muy difícil para ellas lograr cualquier objetivo en los deportes, que se consideraban algo tan solo para los hombres. Ellas no la tenían nada fácil para destacar o para que se las reconociera como grandes deportistas y atletas.
La primera gran tenista fue Charlotte Cooper (1870-1966), que iba vestida en los partidos con largos trajes de estilo victoriano y cosechó numerosos premios a lo largo de su carrera como tenista.
Era muy raro que las mujeres practicaran un deporte a nivel profesional e incluso estaba «mal visto».
Esta mujer valiente y tenaz se convirtió en la primera mujer en la historia en ganar un premio olímpico, y sucesivamente fue la ganadora varias veces de Wimbledon. Me puedo imaginar que para lograr tantos éxitos tuvo que tener muy claro lo que quería hacer con su vida y así sortear todos los obstáculos con los que se encontraba, así que para mi es una ganadora y la quiero dedicar un poquito de mi tiempo, dedicándole estas fotos y palabras.
Edgar Briones - Excelente manejo del Blanco y Negro