Las embarazadas desprenden amor a raudales, por eso están tan guapas y radiantes. Es una etapa tan bonita y especial que merece la pena tener un recuerdo en imágenes de este momento. Cuándo los niños crecen piden ver fotografías de su mamá embarazada de ellos, les encanta «verse ahí dentro» y ver la transformación del cuerpo de sus madres. Y comienzan a hacer preguntas de como te sentías, si se movían mucho o que te gustaba comer.
Les hace sentirse todavia mas queridos y deseados. Algo tan importante para su autoestima.