Tanto hablamos de querer a los demás y deberíamos empezar por querernos a nosotros mismos, en el sentido de aceptar nuestros fallos y limitaciones, reconocer e incentivar nuestros valores, perdonarnos y no culparnos ni juzgarnos tanto.
Parece sencillo pero no lo es, hay que conocerse para quererse. Y desde luego ¡ estar contentos de habernos conocido !
Pero conocernos no nos lo puede aportar nadie, ni aparece en los libros, es sólo cosa de cada uno.
Podemos empezar por vernos actuar con los demás, con los bienes y con todas las cosas, o por concedernos algo de tiempo para hacer algo que nos guste o un paseo por el campo, por animarnos y no permitir que nos hagan daño, por reírnos y disfrutar de los momentos mágicos del día.
Ahora mismo me voy a dar un beso y un abrazo a mi misma! Jajaja.
menudavida - Esto va tomando cada vez mejor color. Enhorabuena por tu blog.
Anónimo - Hola Alberto, sabes que soy fan y seguidora tuya, un abrazo