¿Cuánto hace que no visitas Sevilla?

La mejor forma de descubrir Sevilla es indudablemente andando, que es justamente lo que he hecho yo en los dos días que estuve allí. Dos días que no han sido suficiente para conocerla, pero si para disfrutarla y saber que volveré pronto. Me he perdido por sus calles estrechas, he disfrutado de los Reales Alcázares, he ojeado sus tiendas con trajes de gitana, con abanicos y hasta me he comprado unas castañuelas profesionales que no tocaba desde los 18 años, y que me enseñó a tocar la mismísima Mariemma en su escuela de danza de Valladolid, «ria, ria, pita…ria, ria, pita….» que recuerdos y ¡que dolor de manos!.

He paseado alrededor del río Guadalquivir, tan estrechamente unido a la ciudad y que sirvió entre otras cosas de puente intercontinental entre América y Europa. He visitado la Catedral, la Iglesia del Salvador, que me ha encantado y es una joya del barroco. Y como no, es imposible no encontrarse con la Giralda, que se ve desde distintos puntos de la ciudad, para algo es el emblema de Sevilla. Para serenar un poco mi alma, me recorrí los jardines del parque Maria Luisa y los de los Reales Alcázares, ambos impresionantes, repletos de olores y colores a jazmín, azahar, naranjos:¡ una delicia!

Pero lo que mas me ha gustado son las personas que viven allí, el arte y  la creatividad están por todas partes. Las ideas fluyen en cualquier lugar entre los pintores, artesanos, músicos, vendedores, flamencos, cocineros, fotógrafos, etc. He querido fotografiar a estas personas que son parte del carácter de la ciudad. Esta gente cercana, simpática, alegre y trabajadora que se gana la vida compartiendo sus habilidades. Realmente me he sentido bien en su compañía. Va por todos ellos…..